Por José Heber Pinto Vargas
Bolivia está en una situación límite. La falta de combustible, el alza del dólar paralelo, el miedo de la población, la inflación descontrolada y el colapso de las carreteras han puesto a prueba la resistencia del país. A esto se suma un gobierno que, lejos de implementar soluciones estructurales, sigue tomando medidas temporales que solo agravan la crisis.
Mientras el pueblo enfrenta precios cada vez más elevados, largas filas para conseguir gasolina y un sistema de transporte colapsado, el gobierno ha recurrido a préstamos internacionales para pagar hidrocarburos, lo que no soluciona el problema de fondo, sino que lo posterga a costa del futuro económico de Bolivia.
Hoy, más que nunca, la población siente el peso de una mala planificación gubernamental que ha dejado a Bolivia en una posición vulnerable, sin capacidad de reacción ante una crisis que se veía venir desde hace años.
1. Medidas del Gobierno: ¿Soluciones o Solo Parche Temporal?
El gobierno anunció diez medidas transitorias para enfrentar la crisis de combustibles, pero en la práctica, estas decisiones han empeorado el panorama. No han generado estabilidad ni confianza en la población, sino que han intensificado la incertidumbre y el estancamiento económico.
¿Cómo afectan estas medidas a la economía diaria?
📌 1. Suspensión de clases presenciales en colegios y universidades
Cerrar colegios y universidades parece una decisión extrema y desproporcionada frente a una crisis de combustibles. La educación no solo es fundamental para el desarrollo de un país, sino que también es un motor económico diario.
- Menos movilidad de estudiantes y profesores → Menos consumo de transporte público.
- Cierre de negocios cercanos a colegios y universidades → Fotocopiadoras, librerías, kioscos y cafeterías pierden su principal fuente de ingresos.
- Menos circulación de dinero en zonas estudiantiles → La economía local se desacelera.
En un momento en el que la economía ya está debilitada, estas decisiones afectan a miles de pequeños empresarios y trabajadores informales, quienes dependen del flujo diario de personas.
📌 2. Restricción del uso de vehículos públicos y teletrabajo
Si bien el teletrabajo puede ser viable en ciertos sectores, la realidad es que en Bolivia, la mayoría de las actividades económicas dependen de la presencia física y la movilidad.
- Menos tránsito en mercados y ferias populares → Menos ingresos para pequeños comerciantes.
- Menos flujo de clientes en restaurantes, tiendas y cafeterías → Negocios afectados por la falta de consumidores.
- Empresas que dependen del transporte para distribuir mercancía ven afectadas sus operaciones.
📌 3. Combustible exclusivo para sectores estratégicos
Destinar el poco combustible disponible al sector agropecuario y de salud parece una medida lógica, pero en la práctica, esto no soluciona el problema de fondo: no hay suficiente combustible.
- El agro depende del diésel para maquinaria y transporte. Si no hay suficiente diésel, se produce menos y suben los precios de los alimentos.
- El transporte pesado necesita diésel para mover mercancía. Si no hay suficiente, las exportaciones se ven afectadas y el abastecimiento interno se encarece.
En resumen, no hay una estrategia clara. El gobierno está distribuyendo un recurso escaso sin atacar la raíz del problema: la dependencia de importaciones y la falta de una política energética sostenible.
2. El Dólar Paralelo: Una Señal de la Desconfianza en la Economía

El tipo de cambio oficial sigue en Bs 6,96 por dólar, pero en las calles la realidad es otra. El dólar paralelo ha superado los Bs 11,30 y sigue en aumento.
📌 ¿Qué significa esto para la gente?
✔ Más inflación: Los importadores deben pagar más por sus productos, lo que encarece la canasta básica.
✔ Más incertidumbre: Cuando la gente pierde confianza en la moneda nacional, prefiere ahorrar en dólares, lo que genera más escasez de divisas.
✔ Más negocios ajustando sus precios al dólar paralelo: A medida que más comerciantes fijan sus precios en base al mercado negro, el boliviano pierde su poder adquisitivo.
La falta de dólares y la subida del tipo de cambio son un reflejo de la desconfianza en la economía nacional. La gente está viendo que el gobierno no tiene un plan claro y que la crisis solo se está profundizando.
3. Préstamos para Hidrocarburos: ¿Solución o Más Deuda?
El gobierno ha solicitado $us 1.667 millones en créditos internacionales, argumentando que estos fondos ayudarán a la estabilidad económica y garantizarán la importación de hidrocarburos. (eldeber.com.bo)
📌 El problema es que estos préstamos no solucionan la crisis, solo la aplazan.
✔ Se está pidiendo dinero para pagar deuda anterior.
✔ El país sigue dependiendo de la importación de combustibles sin tener una estrategia para producir más internamente.
✔ Cada nuevo préstamo es más deuda que en el futuro habrá que pagar con más intereses.
No se puede tapar un hueco creando otro hueco más grande. Esta estrategia puede funcionar a corto plazo, pero en el futuro solo significará más presión fiscal, más inflación y más crisis.
4. Infraestructura en Ruinas: Bolivia sin Conectividad

Las carreteras principales del país están colapsadas, lo que afecta directamente el comercio y la producción.
🚧 Cochabamba – Santa Cruz: Derrumbes constantes, cortes de vía y retraso en el transporte de mercancía.
🚧 Cochabamba – La Paz: Vía afectada por lluvias, con tramos en riesgo de colapso.
El gobierno no ha priorizado el mantenimiento de carreteras, lo que ahora afecta gravemente a los productores que dependen del transporte para vender sus productos en otras regiones.
5. Conclusión: Un País Sin Dirección y con un Futuro Incierto
Bolivia está enfrentando una crisis generada por años de mala planificación gubernamental.
✔ No se fortaleció la producción interna de combustibles.
✔ Se gastó más de lo que el país podía sostener.
✔ No se generaron políticas para diversificar la economía.
Hoy, las consecuencias de esa falta de visión se están haciendo evidentes. Las medidas del gobierno son reacciones desesperadas a problemas que vienen de gestiones anteriores, pero la realidad es que no hay una estrategia clara para salir de esta crisis.
Si Bolivia sigue en este camino, el 2025 no solo será un año electoral, sino el año en que el país experimente uno de los peores colapsos económicos de su historia.
¿Cuál crees que es la solución a esta crisis? Déjanos tu opinión y sigamos debatiendo el futuro de Bolivia.